Leo la
novela “El rostro de la maldad”, de Julián Sánchez
En un terrible atentado en unos Grandes Almacenes de
Barcelona, el artificiero Alex Martín sufre graves heridas y pierde la memoria.
Cuando después de un tiempo recupera esa memoria recuerda que uno de sus
compañeros dejó que se precipitara a las llamas y que los demás que se
encontraban allí presentes no hicieron nada por impedirlo. Se produce un
incendio en hospital donde se recuperaba y Martín acaba siendo dado por muerto.
Después de esa circunstancia aprovechará para poner en marcha una elaborada
venganza contra todos los que le traicionaron. El Inspector David Ossa será el encargado de desentrañar el caso y para ello
pondrá en peligro su propia vida, en un escenario completamente fuera de lo
común: la Barcelona subterránea.
Al inspector de
policía de Barcelona David Ossa le conocimos en una novela anterior del mismo
autor: "La voz de los muertos". Con 11 años vivió una experiencia
traumática y desde entonces tiene una relación especial con la muerte. Tiene
una especial sensibilidad a la luz, percibe el entorno hasta en la más completa
oscuridad. Es un policía especial, imprevisible, es diferente a los demás y lo
sabe.
La
clave de la novela es la venganza y la trama está entrelazada, casi
fundamentalmente, entre policías. Esos dos puntos posibilitan al autor que
explore los sentimientos que produce la primera y que sea una fuerza a tener en
cuenta. La relación entre policías de diferentes cuerpos y departamentos es
fundamental para el desarrollo de la narración. Aparecen las relaciones de
amistad y dependencia que se crean en el trabajo, los lazos entre jefes y
subordinados.
El
ritmo de la acción es el que exige la trama y la prosa de la novela es
aparentemente sencilla y puesta al servicio de esa trama.
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