Casida de la mujer tendida

        (Del libro “Diván del Tamarit”)

Verte desnuda es recordar la tierra.
La tierra lisa, limpia de caballos.
La tierra sin un junco, forma pura
cerrada al porvenir: confín de plata.

Verte desnuda es comprender el ansia
de la lluvia que busca débil talle,
o la fiebre del mar de inmenso rostro
sin encontrar la luz de su mejilla.

La sangre sonará por las alcobas
y vendrá con espada fulgurante,
pero tú no sabrás dónde se ocultan
el corazón de sapo o la violeta.

Tu vientre es una lucha de raíces,
tus labios son un alba sin contorno,
bajo las rosas tibias de la cama
los muertos gimen esperando turno. 

El 18 de agosto de 1936 Federico García Lorca moría asesinado en Granada.

Un autor universal que nos sigue deslumbrado por la audacia y potencia de sus metáforas, por la modernidad de su “Poeta en Nueva York” o por la fuerza de sus dramas.

Un poeta clásico: solo hay que leer su poemario “Diván del Tamarit”, publicado en 1940 en Buenos Aires por la Editorial Losada, después de la muerte del poeta.