Cuando leí “Patria
o muerte” de Alberto Barrera Tyszka y guardé este
comentario.
Probablemente no haya ahora mismo otra cuestión que
sume tantas opiniones como la Venezuela de Hugo Chávez y el pos- chavismo. Si
se critica al chavismo puede ser uno calificado como de derechas y si aplaudes
seguramente eres calificado de radical de izquierdas. Tiene sus riesgos
escribir una novela sobre estos temas. Alberto Barrera lo hace, con acierto y
con valentía. Nos propone una narración compleja, poliédrica, intentando no ser
maniqueo sobre los últimos años de vida de Hugo Chávez. Alberto Barrera
construye una novela coral, sin una trama clara, de tal forma que la vida en
Venezuela discurre a través de una serie de personajes chavistas como
antichavistas; burgueses ricos como personajes marginales.
En la novela conviven el insomnio de Miguel Sanabria, un
oncólogo jubilado, que siente cómo la situación política ha emponzoñado su país
y su vida; su sobrino Vladimir,
alto funcionario del gobierno, recién
llegado de La Habana que le entrega una
misteriosa caja con un teléfono móvil en el
que hay una grabación comprometedora y secreta de Hugo Chávez en un momento
avanzado de su enfermedad; la esposa de Miguel Sanabria, militante
antichavista; su hermano, un bolivariano radical; el periodista Fredy Lecuna, que
quiere escribir un libro antes de que Chávez muera, al mismo tiempo que está
siendo desalojado del apartamento donde vive con su compañera, que le reclama la dueña Andreína, recién
regresada de Miami, y que para desalojar a Fredy de su apartamento,
se alía con tres mujeres chavistas expertas en ocupar predios; la historia de Rodrigo, hijo pequeño de Fredy, que
entabla una relación por internet con otra niña, María de nueve años, cuya
madre acaba de ser asesinada en un intento de robo y Madeleine Butler, una
periodista norteamericana obsesionada por escribir un libro sobre el
presidente Chávez y su carisma.
Es un retrato íntimo y colectivo, personal y
coral, de la Venezuela de los últimos años de vida de Chávez
(corrupción, represión política, inflación disparada, violencia), un Hugo
Chávez, que todo lo condiciona desde su posición de líder político, ideológico,
económico e incluso religioso y de fondo, esa relación de Venezuela con Cuba,
el país hermano, al que se ama pero que se le teme porque, además de colaborar,
lo controla todo.
¿Hacia dónde se puede avanzar en Venezuela? Hay en la
novela un mensaje tan cargado de esperanza como de desesperación. Como dice el
autor, muerto Chávez la herencia del componente
militar existe y Maduro ha despilfarrado, sin embargo, la herencia de la
popularidad.
Una buena novela, escrita con una prosa ágil, que cuenta la intrahistoria de la
realidad venezolana a través de la vida de varios personajes.
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