“Puerto escondido”, novela de María Oruña
La autora vive en Galicia. Desde pequeña
visita Cantabria, donde ha ambientado esta novela.
En la novela veremos una casona
antigua a orillas del mar, dos hermanas que viven en la postguerra, una deidad mesoamericana, una teniente
de la Guardia Civil con heridas del pasado y unos bellos paisajes… elementos
que esconden muertes y secretos que se remontan hasta la guerra civil. La
autora parte de un crimen muy sonado de la región: los vecinos del lugar
cuentan que en 1953,
una joven ama de llaves
despechada, al servicio
de la hospedería Las Fondas, en Ubiarco, mató y arrojó por el acantilado al
señorito al que servía.
Oliver Gordon, un
joven londinense,
de madre española, regresa a Suances - donde pasaba los veranos de su infancia -
para olvidar una desgracia que le ha ocurrido en Inglaterra. Ha heredado una casona,
Villa Marina, y decide arreglarla y convertirla en un pequeño hotel. Durante
las obras de remodelación se descubre, en el sótano, el cadáver emparedado de
un bebé que está casi embalsamado, al que acompaña un objeto que resulta ser
una extraña figurita azteca, un Tlaloc. En la fachada de una casona de
Santillana destaca una máscara dedicada a Tlaloc, el dios azteca de la lluvia.
El
descubrimiento desatará sucesos extraños y enigmáticas muertes que se suceden en
ciudades de la zona (Suances, Santillana del
Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los resultados forenses de
las víctimas, ponen en jaque a la sección de Investigación de la Guardia Civil
y al propio Oliver, que iniciará, también, una carrera contrarreloj para
descubrir al asesino. Mientras, la teniente Valentina Redondo (con el apellido
hace un guiño la escritora Dolores Redondo, ayudada por su equipo, el sargento Riveiro y la forense
Clara Múgica, investigan la historia
de dos hermanas, Jana y Clara, en los años cuarenta y al asesino
capaz incluso de invocar los fantasmas personales de quienes a él se enfrentan.
Cuando tuve la suerte
de presentar la novela en Santander, comenté la posibilidad de crear una ruta
literaria por los lugares de la novela.
La narración intercala un diario de un anónimo narrador que
cuenta hechos sucedidos en la comarca años atrás en torno a una humilde familia durante la guerra civil española. El anónimo autor se remonta al
comienzo de la Guerra Civil y seguirá los pasos de Jana, una niña de 8 años que
verá como toda su existencia se ve trastocada por aquella guerra y a la que
acompañaremos en una trágica y dura historia. ¿Qué relación guardan aquellos
años con los actuales crímenes? ¿Quién escribe
ese diario? Desde el principio se plantea la duda y hasta casi el final no
sabremos quién lo ha escrito.
Me alegra constatar que algunas
editoriales apuestan por autores nuevos que escriben sus primeras novelas.
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