Veo la
película “SPOTLIGHT”, último Óscar a la mejor película.
Cinco
periodistas del “Boston Globe”
investigaron hace 15 años las violaciones y abusos de niños por curas que
gozaban de impunidad porque estaban protegidos por sus superiores. A los curas
les cambiaban de parroquias, les ocultaban. El periódico también debía tener en
cuenta el alto número de lectores y suscriptores católicos. Los periodistas
contaron con el apoyo de su director.
Lo que
estaba ocurriendo en Boston estaba sucediendo en muchas otras ciudades del
mundo católico.
Una
película sobre periodismo que cuenta lo que quiere contar: una historia real
donde hubo víctimas, culpables, cómplices, silencios, ocultaciones, poderosos
intereses.
Buena y
muy recomendable película. Cuando terminó, regresé a casa pensando que si en
España se hubiera investigado de la misma forma sobre lo ocurrido en conventos,
internados, parroquias y seminarios en los últimos 50 o 60 años y se hubieran
abierto cauces de denuncia que garantizaran el secreto y la confidencialidad y
no hubieran primado los silencios, los miedos y el paso del tiempo, si la
jerarquía católica hubiera colaborado, hubiera dado de sí para bastantes
reportajes similares a los publicados un día en The Boston Globe.
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