La novela comienza en Valparaíso en 2008, cuando Cayetano Brulé, detective privado de origen cubano que creció en La Florida y reside en Chile, se detiene para tomar un café y fumarse un cigarro, y empieza a recordar. A comienzos de agosto de 1973 Cayetano Brulé, conoce en una fiesta a Pablo Neruda. Entablan una conversación y el poeta, en una reunión en su casa “La Sebastiana” le pide que busque a un médico en México. El verdadero objetivo de Neruda es localizar a una hija, que habría tenido al comenzar los años cuarenta, con la esposa del doctor.
Pablo Neruda es entonces un anciano enfermo que ha regresado a Chile después de dejar su cargo como embajador del gobierno de Salvador Allende en París. De su vida llena de éxitos, le queda un misterio por desvelar, algo que le atormenta cuando percibe el final de su existencia.
La narración le sirve a Ampuero para adentrarnos en un momento histórico en Chile, que está a punto de ver derrocado al gobierno socialista de Salvador Allende, y devolvernos el aroma de una buena novela policíaca.
La investigación cambia la vida de Cayetano Brulé para siempre y aprende a ser detective trabajando para Neruda y leyendo novelas policiales.
A partir de lo que descubre en un viaje inicial a México, Brulé debe seguir el rastro de Beatriz de Bracamonte, la única clave para ayudar al poeta. Beatriz resulta ser una misteriosa mujer de muchas identidades y paradero desconocido. Brulé sigue sus huellas por México, Cuba, Alemania Oriental y Bolivia.
Mientras en Chile, el poeta espera impaciente la llegada de noticias en medio de un ambiente tenso por la inminencia de un golpe militar contra el Gobierno. Una historia del personaje más entrañable de Roberto Ampuero, sobre el poeta más influyente y popular de Chile, y de una época única. Una novela en la que se conjugan la intriga, la poesía, las pasiones amorosas y el fin de una era.
El autor consigue que Neruda se vea críticamente a si mismo a partir de las mujeres que fueron sus amantes con las que tuvo relaciones complicadas.
Afirma el autor que esta novela convierte a Neruda en un ser de carne y hueso, de luces y sombras, de generosidades y mezquindades, en un gran artista mucho más complejo, real y entrañable que el Neruda de bronce que algunos intentan imponer.
Neruda es un genio de la poesía, invadió el mundo con su arte y amó y traicionó, y amó y fue infiel, y todo eso lo recoge El caso Neruda desde la óptica de la ficción.
Hay otros personajes históricos y conocidos que intervienen en el libro, como el músico Paquito D’Rivera en el episodio cubano o el mismísimo Salvador Allende, poco antes del Golpe de Estado, que mantiene una reunión con Neruda de la que es testigo Brulé. Está también Heberto Padilla, poeta disidente cubano, y Markus Wolf, el legendario “hombre sin rostro” del espionaje germano-oriental.
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