Leo la novela “EL VERANO DE LOS JUGUETES MUERTOS” de TONI HILL. El inspector de los Mossos d´Escuadra Héctor Salgado, un argentino que lleva años viviendo en Barcelona, regresa de vacaciones después de ser retirado de su trabajo por dar una paliza al sospechoso de asesinar a una prostituta nigeriana. Se encuentra suspendido de empleo, su mujer le ha dejado, y la comunicación con su hijo adolescente es complicada. Su jefe le propone una investigación extraoficial: la de un joven de buena familia que parece se suicidó al saltar desde la buhardilla de su casa. La investigación avanzará en paralelo con la del caso que le ha apartado de la comisaría. El caso se complica cuando Salgado conoce a la familia del chico, empresarios respetados que quieren entrar en política. A Salgado le acompaña la agente Leire Castro.
Se dan cita personajes que creen que el dinero compra la dignidad, camellos de poca monta, curanderos africanos expertos en magia negra, víctimas del tráfico de mujeres, policías desorientados, adolescentes y profesores que sufren acoso escolar, niños ricos que coquetean con las drogas, matrimonios deshechos.
En la noche de S. Juan, el joven Marc Castells muere al caer de la ventana de su habitación al vacío. ¿Se cayó accidentalmente, se suicidó, o lo empujaron? Es un joven de buena familia. Al regreso de Dublín, los amigos preparan una fiesta, pero las cosas no saldrán como les gustaría.
La madre del joven no acepta que su hijo cayera accidentalmente. Los dos mejores amigos de Marc, Aleix Rovira y Gina Martí se encontraban con él esa noche y son los primeros sospechosos
Salgado y Leire Castro profundizarán en el entorno del fallecido y descubrirán aspectos y evidencias que les llevarán atrás en el tiempo. Conocerán la existencia de una niña que apareció muerta años atrás flotando en una piscina y que por extraño que parezca les ayudará a solucionar el caso.
Una buena novela negra.
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