Leo “EL ULTIMO TANGO DE SALVADOR ALLENDE” de ROBERTO AMPUERO.

Roberto Ampuero se acerca a la historia reciente de su país, Chile, desde diferentes perspectivas, contando la vida privada del presidente Allende, su relación con Rufino, el asistente personal y panadero de profesión, la vida secreta de los jóvenes disidentes Victoria y Héctor y las indagaciones de David Kurtz, ex-agente de la CIA, que participó en la conspiración en contra del presidente socialista por aquellos años. Kurtz volverá a Chile por deseo de su hija Victoria, que está hospitalizada y le hace jurar que, cuando muera, busque a un antiguo amigo en Chile para entregarle sus cenizas. Años más tarde, el ex-agente se enfrenta a su pasado en la capital chilena, repasará los escenarios de su anterior estancia con la ayuda de una foto y de un diario escrito en español para buscar la pista del joven retratado junto a su hija. A media que avanza el relato, Kurtz sabrá quién es el autor de ese diario, Rufino, el amigo y asistente del presidente derrocado. El lector asiste a una reconstrucción histórica de los difíciles días de Allende, enfrentado a la derecha chilena que considera sus reformas las de un comunista y, también, a la izquierda radical, que verá en el presidente actitudes de debilidad.

El presidente Allende y su mejor asistente pasarán juntos las veladas en Tomás Moro, núm. 200, la residencia presidencial, poco antes del golpe militar. El narrador escribe del Chile contemporáneo, los argumentos de la realidad que vivió la gente cotidiana y las angustias del panadero que no consigue harina para hacer su pan, o la utópica teoría socialista con que sueña el político que no logra implantar en el país. En un retrato más personal, el panadero anotará las relaciones del presidente con su esposa Doña Tencha y sus amantes, Payita y Gloria Gaitán. Mientras, Kurtz comienza sus pesquisas en la capital chilena, y conoce a Casandra, una famosa echadora de cartas, pero en su desesperada búsqueda de Héctor se enfrenta a los fantasmas del pasado y descubre que sabía muy poco acerca de su hija adolescente, y de sus actividades en el mundo universitario en los meses previos a la sublevación. Ahora su investigación le permite ir reconstruyendo el pasado de Héctor, y las actividades clandestinas de su hija, cuyas pistas iniciales lo llevarán a Alemania, y tras algunos incidentes, de vuelta a distintos lugares de Chile, hasta que descubre que Amanda, la esposa de Rufino, es el eslabón de un final para completar su historia.

El autor explora lo que pudieran haber sido las últimas semanas de la vida de quien fuera presidente de Chile entre 1970 y 1973, hasta el golpe de Estado de los militares comandados por el dictador Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.

La historia está muy bien articulada porque el suspenso dura hasta el final. Buena y entretenida novela.