Una de las últimas novelas que he leído: LA PLAYA DE LOS AHOGADOS de DOMINGO VILLAR
Una mañana el cadáver de un marinero es arrastrado hasta la orilla de una playa de Galicia. Tiene las manos atadas y eso descarta el suicidio. No puede ser otro más de los marineros que encuentra su tumba en el mar. No hay testigos y tampoco aparece el barco del ahogado. El inspector Leo Caldas se sumerge en el pueblo marinero. Trata de esclarecer el crimen y se encuentra con mujeres y hombres desconfiados, lacónicos.
Leo Caldas sigue manteniendo su colaboración radiofónica, aunque no le entusiasma. El hermano de su padre está enfermo. Su ayudante, el aragonés Rafael Estévez sigue sin entender a los gallegos entre los que se mueve, aunque comienza a apreciar el marisco y no ha abandonado su espíritu compulsivo a la hora de abordar los problemas.
A Leo Caldas, fumador habitual, policía poco convencional, le sigue gustando beber vino blanco en su taberna de siempre, pasear por las calles de Vigo y escuchar jazz. Y no le gusta montar en un coche porque tiende a marearse, el silencio de su casa, que le pregunten por Alba la que fue su mujer. Las razones del crimen deberá buscarlas el inspector en hechos sucedidos muchos años antes. Solo al final sabremos quién es el verdadero asesino. Es una novela policíaca con los ingredientes de una novela típica, pero los ingredientes, los ambientes, los paisajes, la ironía, la hacen atractiva y poco convencional.
Una mañana el cadáver de un marinero es arrastrado hasta la orilla de una playa de Galicia. Tiene las manos atadas y eso descarta el suicidio. No puede ser otro más de los marineros que encuentra su tumba en el mar. No hay testigos y tampoco aparece el barco del ahogado. El inspector Leo Caldas se sumerge en el pueblo marinero. Trata de esclarecer el crimen y se encuentra con mujeres y hombres desconfiados, lacónicos.
Leo Caldas sigue manteniendo su colaboración radiofónica, aunque no le entusiasma. El hermano de su padre está enfermo. Su ayudante, el aragonés Rafael Estévez sigue sin entender a los gallegos entre los que se mueve, aunque comienza a apreciar el marisco y no ha abandonado su espíritu compulsivo a la hora de abordar los problemas.
A Leo Caldas, fumador habitual, policía poco convencional, le sigue gustando beber vino blanco en su taberna de siempre, pasear por las calles de Vigo y escuchar jazz. Y no le gusta montar en un coche porque tiende a marearse, el silencio de su casa, que le pregunten por Alba la que fue su mujer. Las razones del crimen deberá buscarlas el inspector en hechos sucedidos muchos años antes. Solo al final sabremos quién es el verdadero asesino. Es una novela policíaca con los ingredientes de una novela típica, pero los ingredientes, los ambientes, los paisajes, la ironía, la hacen atractiva y poco convencional.
Es autor también de la novela “Ojos de agua”
2 comentarios:
Suena a buena novela policíaca.
A mi Elvira, me gustó. Ya sabes que soy un "devorador" de novela negra, de novela policiaca escrita por autores españoles. Hay buenos autores y autoras en Cataluña.
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