NELSON MANDELA (1918)) ingresó en prisión en 1962 como líder del brazo armado del Congreso Nacional Africano enfrentado al apartheid, que durante tanto tiempo estuvo vigente en Sudáfrica. Un sistema que jerarquizaba a la gente: blancos, mestizos, indios y negros.
Que hoy hayan cambiado las cosas en Sudáfrica, se debe, entre otras razones, a la poderosa inteligencia emocional de Nelson Mandela que encontró eco en la intuición de sus enemigos y desactivó de esa forma una incomprensión edificada durante muchos años de enfrentamiento.
De ello trata el magnífico y en ocasiones conmovedor libro del periodista JOHN CARLIN "EL FACTOR HUMANO. NELSON MANDELA Y EL PARTIDO QUE SALVÓ UNA NACIÓN".
Mandela supo con inteligencia, bondad y pragmatismo canalizar la pasión por el rugby de los afrikáner, la minoría blanca de origen holandés, en el objetivo estratégico de superar el apartheid y conseguir un gobierno de integración, de mayoría negra sin que se desencadenara una guerra civil.
El rugby y el equipo sudafricano, los Springboks, representaba un estilo de vida, una concepción de lealtad al grupo y una confianza en la supremacía de la raza blanca frente al negro, que prefería el fútbol europeo y odiaba el rugby en la medida que representaba las ideas que habían encarnado y sustentado el apartheid. El equipo nacional de rugby sabía lo que era ver sometida Sudáfrica al aislamiento internacional en temas deportivos, algo que le había privado de giras internacionales.
Mandela sabía lo que representaba en el país el deporte favorito de sus enemigos y quiso unir a toda la nación bajo la bandera del rugby.
John Carlin, un especialista en la política sudafricana y amigo de Mandela, nos cuenta la historia de ese objetivo que se impuso Mandela y lo hace recogiendo los testimonios de las decenas de personajes que estuvieron presentes en esos hechos: el jefe de los servicios de información del gobierno, los líderes del Congreso Nacional Africano, el capitán de la selección de rugby, colaboradores directos y adversarios...
Sudáfrica organizó el Campeonato Mundial de Rugby en 1995. Mandela había salido de la cárcel cinco años antes. Sudáfrica ganó aquel campeonato venciendo a Nueva Zelanda en la final. Mandela asistió al encuentro con una camiseta y una gorra verdes, el uniforme de los Springboks, uno de los símbolos del apartheid más odiado por los negros. Conocía los riesgos, pero sabía que aquel día en el estadio Ellis Park de Johannesburgo podía abrirse un camino que cerrara la peor historia de Sudáfrica, que se viera el final del apartheid y que comenzara un proceso de reconciliación nacional.
No es un libro de creación literaria, Es la narración de unos hechos reales, de unos testimonios, todo ello escrito por un gran periodista como John Carlin. Es un placer leer en El País las crónicas deportivas de John Carlin. Me gustan, como gustaban las de Santiago Segurola antes de que se marchara a “Marca”, o como me han gustado las historias que ha contado “Petón” en la última temporada de “El larguero” en la SER.
Además de recomendar la lectura del libro, una recomendación más: buscad en internet la grabación del "Nkosi Sikeleli Africa" ("Dios bendiga a África"), el himno nacional de la República de Sudáfrica cantado aquel día por su selección de rugby. Es el mismo himno que la población negra cantaba en el funeral de Steve Biko, uno de los líderes del movimiento antiapartheid, asesinado en Pretoria en 1977, escena que se podía ver en la película "Grita libertad".
Que hoy hayan cambiado las cosas en Sudáfrica, se debe, entre otras razones, a la poderosa inteligencia emocional de Nelson Mandela que encontró eco en la intuición de sus enemigos y desactivó de esa forma una incomprensión edificada durante muchos años de enfrentamiento.
De ello trata el magnífico y en ocasiones conmovedor libro del periodista JOHN CARLIN "EL FACTOR HUMANO. NELSON MANDELA Y EL PARTIDO QUE SALVÓ UNA NACIÓN".
Mandela supo con inteligencia, bondad y pragmatismo canalizar la pasión por el rugby de los afrikáner, la minoría blanca de origen holandés, en el objetivo estratégico de superar el apartheid y conseguir un gobierno de integración, de mayoría negra sin que se desencadenara una guerra civil.
El rugby y el equipo sudafricano, los Springboks, representaba un estilo de vida, una concepción de lealtad al grupo y una confianza en la supremacía de la raza blanca frente al negro, que prefería el fútbol europeo y odiaba el rugby en la medida que representaba las ideas que habían encarnado y sustentado el apartheid. El equipo nacional de rugby sabía lo que era ver sometida Sudáfrica al aislamiento internacional en temas deportivos, algo que le había privado de giras internacionales.
Mandela sabía lo que representaba en el país el deporte favorito de sus enemigos y quiso unir a toda la nación bajo la bandera del rugby.
John Carlin, un especialista en la política sudafricana y amigo de Mandela, nos cuenta la historia de ese objetivo que se impuso Mandela y lo hace recogiendo los testimonios de las decenas de personajes que estuvieron presentes en esos hechos: el jefe de los servicios de información del gobierno, los líderes del Congreso Nacional Africano, el capitán de la selección de rugby, colaboradores directos y adversarios...
Sudáfrica organizó el Campeonato Mundial de Rugby en 1995. Mandela había salido de la cárcel cinco años antes. Sudáfrica ganó aquel campeonato venciendo a Nueva Zelanda en la final. Mandela asistió al encuentro con una camiseta y una gorra verdes, el uniforme de los Springboks, uno de los símbolos del apartheid más odiado por los negros. Conocía los riesgos, pero sabía que aquel día en el estadio Ellis Park de Johannesburgo podía abrirse un camino que cerrara la peor historia de Sudáfrica, que se viera el final del apartheid y que comenzara un proceso de reconciliación nacional.
No es un libro de creación literaria, Es la narración de unos hechos reales, de unos testimonios, todo ello escrito por un gran periodista como John Carlin. Es un placer leer en El País las crónicas deportivas de John Carlin. Me gustan, como gustaban las de Santiago Segurola antes de que se marchara a “Marca”, o como me han gustado las historias que ha contado “Petón” en la última temporada de “El larguero” en la SER.
Además de recomendar la lectura del libro, una recomendación más: buscad en internet la grabación del "Nkosi Sikeleli Africa" ("Dios bendiga a África"), el himno nacional de la República de Sudáfrica cantado aquel día por su selección de rugby. Es el mismo himno que la población negra cantaba en el funeral de Steve Biko, uno de los líderes del movimiento antiapartheid, asesinado en Pretoria en 1977, escena que se podía ver en la película "Grita libertad".
7 comentarios:
Veo que sigues hablando de confrontaciones dentro de un mismo país..., a ver cuando un post playero sobre la Belucci, no?
Gran hombre Mandela, con símbolos de amor al adversario transmutó un conflicto y pudo pasar página. Algo que no se hace en España, ni en Israel, ni en Rúsia, ni en Rwanda, ni en Afghanistán, ni...
(quiero-irme-de-vacaciones)
Habrá que buscar el libro.muy interesante tu blog
Muchacha en la ventana: me alegra que te hayas acercado a este Diario de un escéptico en ejercicio.
Busca el libro. Estoy segura que te gustará.
Intentaré llegar a tu blog
Ten cuidado muchacha, este blog es altamenta adictivo y aunque en principio no perjudica la salud, te obligará a dedicar mucho tiempo a la lectura si quieres seguir, aunque sea de lejos, parte del ritmo lector/cinéfilo que tiene el Sr. Escéptico.
Yo cuando decidí sumergirme en los libros de Gioconda Belli, a instancias de Escéptico, terminé con un dolor de cervicales y una calentura en la entrepierna que me duró por lo menos un mes. Ahora el médico me ha dicho que estoy mucho mejor.
yo ayer vi la película " EL LECTOR" siguiendo la recomendación de ESCÉPTICO, y me encantó. Os la recomiendo a los que no la habéis visto.
No seguiré el juego de la calentura de Sotogrande, pero en el film también hay escenas eróticasssss!!!!
bueno, también me sumo a dar la bienvenida a la muchacha y decirle que me adentré en su blog y leí el post de la poesía árabe.
cuanto estamos estamos
aprendiendo!!!!
besitos a todos
Escéptico, intenta encontrar la versión del N'kosi Sikelele Afrika que interpretó la mítica Miriam Makeba en su gran concierto de Soweto al regresar del exilio. Grande.
Rukaegos, conocía la versión de Makeba y la he he escuchado más de una vez con mucha emoción.
A todos os recomiendo este libro que he comentado.
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