NOVELA NEGRA
Leo “Deudas pendientes”, la primera novela negra de Antonio Jiménez Barca. Me ha parecido una buena novela, con personajes entrañables.
Quizá un día, si dispongo de humor y ganas, dedique un tiempo a escribir algo sobre la novela negra en España. No se si tenemos en España un Hammet, un Raymond Chandler, un Conan Doyle o una Ágata Christie, pero tenemos a Eduardo Mendoza, a Juan Marsé que sí se han aproximado al género, a Francisco González Ledesma con su inspector Méndez, a J. M. Guelbenzu que ha creado el atractivo personaje de la juez Mariana del Arco. No se si incluir aquí al cubano Leonardo Padura.
A mi me ha interesado y he leído novela negra (o más o menos negra) escrita por autores españoles con mayor o menor fortuna, con algunas características comunes y con creación de personajes muy definidos como toda novela negra que se precie. Cada personaje tiene una relación especial con el autor que le ha creado y también con la ciudad donde el personaje vive.
Algunos autores han utilizado hechos históricos para crear novelas de intriga, como Fernando Fernán Gómez o José Calvo Poyato que crea a Pedro Capablanca, hidalgo e investigador o pesquisidor a quien acompaña Fray Hortensio.
Repasando las estanterías de mi pequeña biblioteca he tomado notas para hacer este pequeño listado.
Entre los antecedentes de los autores más actuales hay que citar a Delmar con su inspector Venancio Villabaja al que acompaña el periodista Juan Bandells, a Rafael Tasis con su comisario Jaime Villagut y el periodista Frances Valdés. Es frecuente que a los inspectores, comisarios y detectives protagonistas de estas novelas, les acompañe algún periodista conocedor de los ambientes marginales, de los barrios chinos y, en ocasiones, redactores en la sección de sucesos de sus periódicos.
Hay que recordar a Manuel de Pedrolo, a Tomás Salvador, a Mario Lacruz o Francisco García Pavón creador de “Plínio”, el guardia municipal de Tomelloso que en realidad se llamaba Manuel González.
Como autores que se han acercado conscientemente a formar parte de este género están Andréu Martín con su personaje Javier Lallama, Mariano Sánchez Soler con su inspector Carlos Galeote, Julián Ibáñez que hace protagonista de sus novelas a Víctor Novoa un oficinista solitario, José Luis Muñoz que crea a los detectives Raúl Guerra y Félix, Fernando Martínez Laínez con su comisario setentón llamado Martín, Carlos Pérez Merinero, P. García que crea al detective homosexual Flowers, Juan Antonio de Blas con su Silverio García Acebal periodista y detective, Manuel Quinto con su aspirante a escritor Buenaventura Pals, Oscar Martín.
Entre los más actuales hay que citar a Suso del Toro, a Raúl del Pozo, a Carlos G. Reigosa con sus personajes el aventurero Nivardo Castro y su amigo el periodista Carlos Conde, a David Serafín, seudónimo del galés Ian Michael creador del entrañable comisario Luis Bernal o a Jorge Martínez Reverte con su inseparable periodista Julio Gálvez.
Vázquez Montalbán nos dejó a Pepe Carvalho a quien acompañaban su novia Charo, y los inefables Biscúter autor de los platos de las famosas recetas que sirve a Carvalho y Bromuro, particular confidente y limpiabotas, Pedro Casals crea a un refinado y atractivo Licinio “Lic” Salinas con su eterna novia Ana Fonellosa, las novelas de Alicia Giménez Bartlett tienen como protagonistas a la inspectora Petra Delicado y a su contrapunto el subinspector Fermín Garzón y las de Lorenzo Silva al buen lector, psicólogo y sargento de la Guardia Civil Rubén Bevilacqua y a la joven cabo de la Guardia Civil Virginia Chamorro, Paco Ignacio Taibo II, asturiano de nacimiento pero mexicano por residencia crea al detective independiente Héctor Belascoarán, aunque no es su único personaje y Juan Madrid escribió sus mejores novelas con Antonio Carpintero, alias Toni Romano como protagonista, creando también al comisario Flores de raza gitana para la serie “Brigada Central”.
Están a la espera de leer algunos de los más nuevos: Rafael Reig y a su atolondrado detective Carlos Clot, Eugenio Fuentes y a su particular detective Cupido, David Torres con su exboxeador Roberto Esteban, Mercedes Castro con su subinspectora Clara Deza o Rosa Ribas que desde Alemania donde reside ha escrito su primera novela de una serie que protagoniza la Comisaria Cornelia Weber – Tejedor.
jueves, 14 de febrero de 2008
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4 comentarios:
Interesante adelanto de ese futuro texto sobre la novela negra en España. Confieso que no he sido, ni soy, un gran lector de ese género. Y, en realidad, no entiendo la razón, porque las incursiones que he hecho nunca me han decepcionado, si no todo lo contrario.
El verano pasado estuve en la Semana Negra de Gijón, y allí conocí a Paco Ignacio Taibo II, pero de él sólo he leído biografías como la del Che, o la última de Pancho Villa. Hace unos días me leí, de un tirón, "Una novela de barrio" de Francisco González Ledesma, y me encantó, por los maravillosos personajes y la ambientación, así como por las alusiones constantes a la actualidad del lugar donde ocurren los hechos (la Barcelona del Estatut).
He prometido leer más novela negra, y, por eso, te agradezco las pistas que nos has dado con este texto. Mientras me hago con alguno de los autores de los que hablas (de Vázquez Montalbán y Mendoza tengo algo), estoy descubriendo a Vila-Matas (pido perdón por no haberlo hecho antes), con "Historia abreviada de la literatura portátil", "Bartleby y compañía", y "París no se acaba nunca".
Un abrazo.
¿ Te pasa algo ? extraño tus reflexiones, sabia que eras aficionado a este genero de novelas pero veo que eres ademas un experto.
¿que te parecio el BalletDÈurope?, personalmente muy frio.
Querido Raul:
leer novela negra escrita en España es un vicio (confesable) como otro cualquiera.
No soy muy aficionado a recomendar libros, pero sí me atrevo a decirte que si quieres una colección de relatos de González Ledesma con su protagonista preferido, lee "MÉNDEZ", un libro de 2006 editado en la colección "Tapa negra" de Editorial Almuzara.
Querido anónimo:
soy un aficionado a ese género, nada más.
El Ballet D´Europe me gustó, pero como a ti me pareció un poco frío a pesar del buen hacer de los jóvenes que integraban la Compañía.
Las Compañías de ballet actual tienen ese riesgo: en la búsqueda de los conceptos a expresar resultan frías en los resultados.
Volveremos a las reflexiones, pero ya sabes que me gusta ser informal en los temas del blog.
Luego me pasaré por Gil a por "Méndez"; me quedé con ganas de seguir conociendo sus aventuras. Gracias. Ya te contaré.
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