Han pasado más o menos 12 años desde que hizo crisis el sistema tradicional de los Partidos políticos italianos, los que habían gobernado aquel pais desde la caida del fascismo y el final de la Guerra Mundial, los que habían protagonizado en el esquema de la democracia italiana las tensiones y consecuencias de la guerra fría.

Las tramas negras del terrorismo de las Brigadas Rojas y del fascismo; la crisis de la democracia cristiana, del Partido Socialista, del Partido Liberal...; la desaparición de de los viejos líderes; la aparición de nuevas expresiones políticas y civiles como "manos limpias"; la reconvesión del PCI en el Partido de los Demócratas de Izquierda y su incorporación a la Internacional Socialista; la supervivencia de Refundación Comunista...

El sistema electoral italiano obligó a las grandes coaliciones de La Liga Norte, la Margarita, El Olivo... Los demócratas de izquierdas herederos del PCI y otros se coaligaron con los democristianos progresistas de Democracia y Libertad.

El Olivo liderado por un histórico de la democracia cristiana no contaminada como Prodi era el último intento por aglutinar el centro izquierda en Italia.

Pero la política italiana siempre viva, siempre pensando en la próxima estrategia aunque actuara con el inmediato regate táctico, convocaba a una participación masiva para en unas primarias elegir a quien pudiera liderar una nueva formación de la izquierda italiana.

Ha ganado Walter Veltroni, dirigente un día del PCI y actual Alcalde Roma y él será el responsable de encabezar un nuevo proyecto, un nuevo Partido político, el Partido Democrático, que trate de seguir aglutinando al centro izquierda italiano para aspirar a ganar las próximas elecciones.