jueves, 25 de noviembre de 2021
lunes, 15 de noviembre de 2021
Notas de cuando lei “EVA” la novela de ARTURO PÉREZ REVERTE
Estamos en marzo de 1937, octavo mes de la Guerra Civil que
sigue su trágico curso y una nueva misión lleva a Lorenzo Falcó hasta Tánger, donde
conviven espías de todos los bandos, tráficos ilícitos y conspiraciones. A
Falcó le encargan conseguir que el capitán de un barco cargado con oro del
Banco de España cambie de bandera. Lorenzo Falcó trabaja
para el SNIO (Servicio Nacional de Información y Operaciones), el servicio
secreto del bando franquista y recibe el encargo de recuperar una parte del oro
entregado a la Unión Soviética para pagar los suministros que mandaba la URSS a
España; unas treinta toneladas de oro distraídas del monto total, que se
encuentran a bordo del mercante republicano Mount Castle,
bloqueado en el puerto de Tánger por quien le persigue, el destructor de los
sublevados Martín Álvarez.
En Tánger, que es un
puerto neutral en el conflicto español, hay un cónsul oficial del gobierno
republicano, y otro oficioso del gobierno franquista de Salamanca.
La figura principal
de la novela de Pérez Reverte vuelve a ser Lorenzo Falcó, hijo de una buena
familia jerezana, joven, guapo, simpático, aficionado a las emociones fuertes,
mujeriego que vio truncada una prometedora carrera en la Armada por un lío de
faldas con la esposa de un profesor. Falcó, desde muy temprana edad, se sumó a
ese mundo del hampa incierto y peligroso. Con el golpe de estado de julio del
36 acabará trabajando para la nueva España nacional.
La novela es una
visión cruda de la guerra civil, lejos de la fanfarria y de la retórica.
El otro gran
personaje de la novela es el que da
nombre a la novela: Eva. Eva Rengel, Eva Neretva, la espía rusa a la que Falcó salvó la vida al final de la
primera entrega de la serie; es una mujer inteligente,
atlética, guapa y dispuesta a todo, incluso a sacrificar su vida, pues es una
feroz conversa al comunismo y fiel a lo que ordenen desde la Unión Soviética.
El fanatismo de Eva le aporta un plus de valentía y crueldad.
Otros personajes son
los dos capitanes de barco, uno mercante, otro de guerra. Por un lado, el
lacónico y terco Fernando Quirós Galán, capitán del republicano Mount Castle, un mercante reconvertido en barco de
guerra por las circunstancias; y por el otro, Antonio Navia, capitán del
destructor franquista Martín Álvarez.
Ambos capitanes son marinos cabales y personas honradas que llevarán el
cumplimiento de su deber hasta sus últimas consecuencias.
No olvidemos al jefe
de Falcó, el Almirante, que lo juzga “eficaz como una navaja de afeitar afilada
e inteligente, un chico de buena familia en versión descarriada, capaz de
vender la silla de ruedas de una madre inválida”.
Una
novela plagada de escenas de acción realistas y brutales; novela de diálogos
cortos, buenas descripciones y escrita por alguien que domina la técnica
narrativa.