ZIMBABUE, CON HAMBRE DE FUTURO
La antigua Rodesia racista
Zimbabue es la antigua Rodesia del Sur, una tierra colonizada por Cecil Rhodes a finales del XIX debido a la riqueza de sus minas. Pronto fue un país dominado por la población blanca. Ian Smith, el rebelde blanco y líder del régimen de “apartheid”, declaró unilateralmente la independencia de Rodesia del Reino Unido en noviembre de 1965, pero como Zimbabue solo será reconocido el 17 de abril de 1980.
Nominalmente es una República parlamentaria, donde la violación de los derechos humanos y la corrupción son tan escandalosas como la hiperinflación que alcanzó el 8.000% en diciembre de 1.007, aunque otras fuentes citan porcentajes más altos de un 100.000% de inflación, que deja a la moneda local virtualmente sin valor, o como la tasa de cambio que supone que un dólar se cambia por 25.000.000 de dólares zimbabuenses.
La esperanza de vida en el país es de 39 años, la tasa de paro del 80%, el índice de pobreza del 68% y el 70% de la población depende de la ayuda internacional para alimentarse, cuando Zimbabue había sido uno de los países con mejores índices en sanidad y educación de África. Un 25% de la población se ha marchado desde el año 2.001.
Robert Mugabe
Las elecciones de 1980 las ganó la Unión Nacional Africana de Zimbabue el ZANU, derrotando a Joshua Nkomo, el aliado de la Unión Soviética, y es, desde entonces, un país presidido por Robert Mugabe que ejerce como Jefe de Estado y de Gobierno. Mugabe es un hombre culto, católico, buen estratega, de formación marxista y fue respetado dentro de Zimbabue y por la comunidad internacional hasta mediados de los años noventa. El mismo que un día lideró la independencia, lideró también la violencia contra la población blanca y contra la oposición negra, conduciendo a su país a la ruina. Los colonialistas británicos se habían hecho con la propiedad de las mejores tierras de cultivo, de tal manera que 4.500 europeos llegaron a controlar el 70% de las zonas productivas. Tratando de resolver ese viejo problema colonial, en el año 2.000 comenzó a expropiar y ocupar sin indemnización las granjas y propiedades rurales de la población blanca y les presionó para que abandonaran el país, lo que supuso que muchas tierras dejaran de explotarse cayendo la producción agrícola (tabaco, flores, maíz) de la que había sido un importante exportador.
Las elecciones
En las elecciones celebradas el 29 de marzo de este año 2008 coincidan las presidenciales, las legislativas (Asamblea y Senado) y las municipales.
Los líderes de esas elecciones, además de Robert Mugabe, eran Morgan Tsvengirai, de 56 años, sindicalista conocido que sabe de la brutalidad del régimen, que encabezaba el Movimiento para el Cambio Democrático, un partido creado en 1999 que rechazó la reforma constitucional promovida por Mugabe en 2.002 que planteaba mayores poderes para el presidente y la expropiación de tierras sin compensaciones; Simba Makoni, de 58 años, químico formado el Reino Unido, ex ministro de Finazas, antiguo aliado de Mugabe y que sería la apuesta de los sectores aperturistas del régimen y Laugton Towungena, menos conocido que lideraba un partido cristiano.
Los observadores internacionales han sido condicionados y solo se ha permitido la presencia de organizaciones amigas del régimen o de observadores de países tan democráticos como China, Rusia e Irán. Los escasos observadores independientes, miembros de ONGs locales, han detectado todo tipo de anomalías: exceso de papeletas impresas de los candidatos de Mugabe, intimidaciones, personas no registradas en los censos electorales, prohibición del voto por correo salvo para funcionarios gubernamentales, cambios gratuitos de electores destinándolos a otros colegios electorales sin previo aviso, etc.
Mugabe, con 84 años, ha tenido dificultades para convencer al electorado de la necesidad de su reelección y por ello ha acudido a todo tipo de movimientos, de tal manera que nadie tenía dudas de que si no ganaba en las urnas, el fraude le otorgaría la victoria electoral. El mismo día de las elecciones declaró que no admitiría otro resultado que no fuera la victoria electoral. Si el fraude ocurría, todo el mundo recordaba el estallido de violencia en Kenia, cuando el Presidente perdedor de las elecciones se negó a hacer el traspaso de poderes al opositor que le había vencido en las urnas.
La oposición, que se escondió cuando finalizó el proceso electoral por temor a represalias de la policía, reivindicó el triunfo electoral, pidiendo calma a sus simpatizantes.
Las embajadas occidentales, que habían recopilado resultados en un muestreo significativo, anunciaban el triunfo de Tsvengirai con un 55% de los votos, frente al 36% de Mugabe. Simba Makoni habría obtenido un 9%.
La no proclamación oficial de resultados, anunciaba un fracaso para el régimen. El gobierno de Harare estaba preparado para una manipulación de los resultados electorales, pero esos resultados les han sobrepasado.
Tres días después de las elecciones, los resultados se anuncian con exasperante cuentagotas, ha reaparecido Morgan Tsvengirai, el líder del opositor Movimiento para el Cambio Democrático que ha proclamado de nuevo su triunfo en un tono muy moderado y Mugabe y su entorno parece que admiten la derrota y la imposibilidad de alterarla.
Con una aparente calma, la tensión de mantiene en las principales ciudades, fundamentalmente en Harare. Un golpe de Estado del Ejército, un pacto para evitar revanchismos y venganzas contra Mugabe, su familia y la extensa élite civil y militar del régimen, una negociación casi subterránea para hacer la transición, son los temas que importan en Zimbabue, varios días después de cerrar los colegios electorales, aunque oficialmente no se hayan proclamado los resultados.
(Artículo publicado en “El Diario Montañés” el 4 de abril de 2008)
África es un continente demasiado olvidado, salvo cuando algún país salta a las primeras páginas de la prensa, normalmente por hechos negativos. Sucedió con Kenia, como antes con el Congo y después con Chad y de forma permanente tenemos que recordar a Darfur. Ahora ha sido noticia Zimbabue, donde se ha confirmado que la oposición ha ganado las elecciones parlamentarias, pero que transcurridos diez días de cuando finalizaron las elecciones, aun no se conoce el resultado de las Presidenciales. Parece que Mugabe estuviera organizando milicias integradas por antiguos veteranos de la guerra de la independencia de Zimbabue para intimidar a los electores ante la eventualidad de una segunda vuelta en las elecciones presidenciales.
Los problemas en el continente subsahariano son enormes, pero en algunos países hay cambios positivos que ojalá se consoliden y se extiendan, para cambiar la deriva de un hermoso continente.