martes, 2 de septiembre de 2025
jueves, 28 de agosto de 2025
Notas después de leer “LOCURA NUCLEAR: LA CRISIS DE LOS MISILES EN CUBA” de SERHII PLOKTY, considerado el mejor libro escrito sobre aquellos acontecimientos.
Todo empezó en 1961, con la
fracasada invasión estadounidense de bahía de Cochinos en Cuba. En octubre de
1962 el mundo atravesó una crisis que puso en riesgo su propia existencia. Al
descubrir la presencia de misiles atómicos en suelo cubano, John F. Kennedy se
enfrentó a la Unión Soviética en un pulso que estuvo a punto de ocasionar la
Tercera Guerra Mundial. Serhii Plokhy analiza a fondo con rigor y detalle el
contexto en que se desarrolló la crisis y las decisiones de sus protagonistas.
Se ponen de manifiesto los errores de la inteligencia americana y de los
espicas soviéticos. El libro es, también, un retrato de la revolución cubana,
del clan Kennedy y del ascenso y caída de Jruschov dentro del Politburó. The
Wall Street Journal lo ha llamado “uno de los libros más importantes jamás
escritos sobre la crisis de los misiles y las relaciones internacionales del
siglo XX”.
Quizá dos de los hechos más inquietantes
del libro son: que Castro deseaba de veras que se produjera un ataque nuclear contra
Estados Unidos para acabar de una vez con el imperio,
aunque eso supusiera el fin de Cuba, y que John Kennedy y Nikita Jrushchov, los
líderes estadounidense y soviético, en realidad no sabían muy bien lo que
estaban haciendo al intercambiar amenazas y mensajes confusos, quizá porque
ambos querían ganar tiempo y solucionar el problema sin que nadie les pudiera
acusar de haber sufrido un derrota.
Jrushchov despreciaba a Kennedy. Le
parecía un joven
inexperto al que podría abrumar en los múltiples frentes
que entonces estaban a punto de convertir la Guerra Fría en una
guerra caliente: por la existencia de un Berlín Occidental capitalista en mitad
de la Alemania comunista y por el despliegue de misiles estadounidenses en
Europa que apuntaban a la Unión Soviética. El líder
soviético decidió colocar
misiles nucleares en Cuba: por un lado, eso evitaría una
nueva invasión, pero sobre todo Jrushchov quería que Estados Unidos sintiera la
inquietante sensación de tener
misiles cerca de casa apuntando a sus ciudades. Castro
se mostró encantado, aunque poco a poco se fue dando cuenta de que él pintaba más bien poco en esa batalla entre
los dos gigantes.
Plokhii cuenta cómo, a partir de julio de 1962,
las armas nucleares fueron llegando a escondidas a Cuba en barcos soviéticos,
cómo los operarios soviéticos empezaron a montarlas en unas precarias condiciones que
incluían un calor agobiante e insoportable para gente acostumbrada a
temperaturas bajas, las incomodidades de instalar ese equipamiento extremadamente
peligroso en la selva tropical con el mal estado de
las comunicaciones y la mala comida, todo lo cual produjo enfermedades y una
generalizada caída de la moral soviética. También explica
con detalle cómo los vuelos de reconocimiento estadounidenses acabaron descubriendo lo que estaba pasando.
La Unión Soviética desplegó en Cuba a unos 43.000 soldados en la isla
durante el verano y el otoño de 1962.
Los equipos que rodeaban a los dos líderes intercambiaban mensajes,
amenazas y promesas: si la URSS desmontaba sus misiles en Cuba,
Estados Unidos retiraría los que apuntaban a Moscú desde Turquía. Pero costaba entender qué quería
realmente el otro.
Kennedy secundó la estrategia propuesta
por McNamara y ordenó un bloqueo sobre Cuba para evitar la llegada de más
misiles, las defensas antiaéreas soviéticas derribaron un avión espía
estadounidense en el llamado "sábado negro" y al final, tras
intensísimas negociaciones diplomáticas Jrushchov dio marcha atrás.
Kennedy le había ganado la partida:
todo el entorno moscovita sintió que su actitud al desplegar los misiles había sido temeraria y
que, al final, no había sabido salir del embrollo que él mismo había creado.
Jrushchov nunca se recuperó de esa sensación de derrota, aunque lo cierto
es que también logró algunos de sus objetivos: Cuba no fue invadida y siguió
siendo comunista, a pesar de que Castro siempre lamentaría con ira que le hubieran dejado de lado en todas
las negociaciones.
Se trata de: “Un minucioso ensayo del
historiador Serhii Plokhy reconstruye los entresijos de la crisis de los
misiles que enfrentó a Kennedy y Jrushchov y recuerda lo cerca que estuvo el
mundo de una dimensión destructiva desconocida”.
sábado, 23 de agosto de 2025
viernes, 15 de agosto de 2025
Notas después de leer “CASTELLANO” de LORENZO SILVA
Este libro de Lorenzo Silva es novela, ensayo, crónica
histórica y literaria, memoria personal y relato de viajes: así lo define el
propio autor que en un momento dado se proclama “mesetario”.
El libro nos sitúa en 1521,
cuando se produce la revuelta de los comuneros contra Carlos V y se produce en
Castilla una especie de sueño de orgullo y libertad que marcó la identidad
española.
Carlos I de España, un joven
venido de Flandes que apenas hablaba nuestra lengua, está en ese momento volcado en sus
intereses en el norte de Europa en vez de atender los asuntos del reino de
Castilla, en plena expansión americana.
Es la historia de la revuelta del pueblo
de Castilla contra el abuso de poder de Carlos V, educado lejos de España y ajeno a
sus fueros y tradiciones,
y que culminó en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Las tropas
imperiales arrollaron a las de las Comunidades de Castilla y decapitaron a sus
principales capitanes: Padilla, Bravo y Maldonado. Aquella jornada marcó el
comienzo del declive de un próspero reino que se extendía a lo largo de tres
continentes y cuya disolución dio lugar a un nuevo Imperio que se sirvió de sus
gentes y sus recursos. Castilla y los castellanos han sido vistos como abusivos
dominadores, cuando en realidad su alma se perdió en aquel campo de batalla y
ha languidecido en tierras empobrecidas, ciudades y pueblos despobladas y
pendones descoloridos.
La novela es una aproximación a
aquel fracaso, a aquel sueño de orgullo y libertad frente a la ambición y la
codicia de gobernantes intrusos. ¿Existe conciencia de sentirse
castellano?
Es la historia de lo ocurrido siglos atrás,
cuando un grupo de nobles junto a las clases populares castellanas se
levantaron contra la avaricia de la corte de Carlos V en la revuelta de los
comuneros. La osadía la pagaron con su vida. Se levantaron contra el segundo de los Austrias,
un insensible Carlos I, que acababa de ser elegido emperador del Sacro Imperio
Germano y precisaba de los recursos del principal de sus reinos peninsulares
para costear su arriesgada empresa. Tuvo que enfrentarse al conjunto de las ciudades que
siguiendo el ejemplo de Toledo (la arrogancia toledana) y de Salamanca (la inteligencia
salmantina, destacando Francisco de
Vitoria, nacido en Burgos, doctor por la Sorbona de París y catedrático en
Salamanca) se negaran a pagar los impuestos
exigidos en las cortes de La Coruña, antes de que Carlos I partiera con la flota imperial.
Carlos sale de España para recibir el título de
Emperador de los germanos, del Sacro Imperio, cuando el ambiente no le es nada
favorable, y deja a Adriano de Utrecht como regente: “El cardenal y obispo de
Tortosa, Adriano de Utrecht, como indica su nombre, no ha nacido en tierras de
Castilla. Permanece en el reino desde hace cinco años, velando por los
intereses de su señor, el emperador, de quien fue preceptor y que le ha
procurado, gracias a sus gestiones ante el papa, el capelo cardenalicio. La
decisión de dejar a Adriano como regente no sólo va a ofender a los
representantes de las ciudades y a quienes los han elegido. Los más agraviados,
con mucho, son los nobles castellanos, que esperaban que Carlos tuviera con
ellos un gesto que reconociera su influencia en los asuntos del reino. Lejos de
satisfacer sus expectativas, le entrega el poder a un eclesiástico nacido en
Holanda, haciéndoles ver que no confía ni se apoya en ellos. En esta ocasión,
el hombre poderoso comete un error que lo va a exponer a pagar un alto precio.
Subestima la cólera del pueblo defraudado, subestima también los recursos que
la nobleza de Castilla tiene para ponerlo en apuros, y subestima el discurso
laboriosamente trabado por los frailes de Salamanca va a remover los
fundamentos de su poder”.
La historia de los acontecimientos que, desde mayo de
1520 hasta la primavera de 1521, enfrentó a un pueblo contra un monarca que no comprendió lo
que estaban dispuestos a hacer un grupo de nobles y prelados, caballeros y gente de a pie para defenderse de las injustas
exacciones con las que iban a ser oprimidos.
Silva viaja al interior de Castilla, a los escenarios
más emblemáticos de aquella revuelta de los comuneros y se adentra en su
memoria personal, en los episodios de una biografía que lo forjaron como
escritor e intelectual comprometido con la defensa de la libertad.
Lorenzo Silva nos acerca a un grupo de figuras que
protagonizaron aquella historia de los comuneros: Juan de Padilla y su esposa,
doña María de Padilla, hija del Gran Tendilla, la reina doña Juana, a la que se
procura implicar en la revuelta para que recupere el trono, los magnates de
Castilla apoyando algunos a los comuneros, defendiendo otros sus privilegios,
los consejeros del inexperto rey, como Adriano de Utrecht (regente en ese
difícil año y Papa en 1522), aguerridos prelados como el obispo de Zamora,
Antonio de Acuña, que aspiraba a ser elegido arzobispo de Toledo, las
principales ciudades de Castilla que adquieren vida a través de las
reivindicaciones de sus procuradores o representantes: Toledo, Salamanca,
Segovia, Medina, Tordesillas, Burgos, trazando un itinerario que se cierra en
Villalar.
Un libro que leo con interés y que me permito
aconsejar a quien esté interesado en ese periodo de nuestra historia.
jueves, 7 de agosto de 2025
lunes, 21 de julio de 2025
El 18 de julio de 2025 fallecía JOSÉ MARÍA GUELBENZU. Tenía 81 años: novelista, crítico, editor. Colaborador de El País desde su aparición. Se podían encontrar habitualmente sus críticas en Babelia. También colaboró en “Cuadernos para el Diálogo”. Uno de los grandes escritores de la literatura española que arranca en la década de los 60 del pasado siglo,
El pasado día 8 de este mes de julio, comenté aquí su
obra “O calle para siempre”. Como aficionado lector de novela negra, de novela
de ficción policíaca, he leído todas las novelas de J.M. Guelbenzu
protagonizadas por la juez Mariana de Marco, menos la última..
Comenzó en 2001 con “No acosen al
asesino”. Después ha publicado: “La muerte viene de lejos”; “El cadáver
arrepentido”; “Un asesinato piadoso”; “El hermano pequeño”; “Muerte en primera
clase”; “Nunca ayudes a una extraña”; “El asesino desconsolado”; “O calle para
siempre “.
En los próximos días comenzaré a leer la
última de la serie: “Asesinato en el jardín Botánico” publicada en 2022.
Dijo que escribiría diez novelas
protagonizadas por Mariana de Marco y cumplió con su voluntad y con nosotros,
los lectores.