Notas después de leer “VALIÓ LA PENA: UNA VIDA ENTRE DIPLOMÁTICOS Y ESPÍAS” del diplomático JORGE DEZCALLAR.
Un libro con
interés. ameno y con valor histórico por los hechos a los que nos acerca un diplomático que ha vivido en
Polonia, Nueva York, Uruguay, donde vivió el 23 F, Marruecos, donde fue
embajador ante Hasán II y Mohamed VI, Roma donde ocupaba la embajada del
Vaticano cuando murió Juan Pablo II y el cónclave eligió a Benedicto XVI y Washington,
donde vivió la victoria electoral de Barack Obama.
Por el libro desfilan la familia real, seis
presidentes españoles, ministros de todos los colores, personajes como Gadafi, Bourguiba, Carter, Sharon, Chávez o Arafat…
Jorge Dezcallar fue director del Centro Nacional de Inteligencia y desde allí
fue testigo en primera fila de la gestión de los atentados del 11
de marzo de 2004. Y reconoce que fue «marginado, engañado y
manipulado» durante aquellos días, para que el CNI siguiera defendiendo la
posible autoría de ETA ante la opinión pública en vísperas
electorales. Una estrategia no de Estado, sino de partido, que Dezcallar
critica desde su insobornable independencia.
Es un libro de memorias, de “recuerdos
selectivos”, de algunos momentos especiales vividos como embajador de España,
como director general de África y Oriente Medio, como director del CNI.
Recuerda al ministro Fernández Ordóñez, de
quien hace una reseña muy elogiosa, el tema del Magreb, las relaciones con
Marruecos, la firma del tratado de mistad cooperación y buena vecindad, el
Frente Polisario y los equilibrios magrebíes. Reflexiona sobre Marruecos y
analiza los elementos que entorpecen la relación bilateral, calificada de
complicada, donde los temas que se tocan a diario “te pueden explotar en la
cara en el momento menos pensado”. Relata la ocupación del islote de Perejil y
la operación de desalojo, la humillación marroquí y los buenos oficios
estadounidenses que permitieron poner por escrito un entendimiento bilateral y
su garantía posterior.
Un capítulo singular está dedicado al
proceso de reconocimiento del Estado de Israel y que ello no supusiera una
fuerte campaña contra España por el mundo árabe. Otro capítulo está dedicado al
asesinato del Embajador español en el Líbano, Pedro Manuel de Arístegui, y su
actuación para la repatriación del cadáver en medio de diversas anécdotas y
explicaciones de la situación en este país. Un capítulo interesante es el
dedicado a los preparativos y desarrollo de la conferencia de paz de Oriente
Medio en Madrid en 1991.
La segunda parte del libro se abre con su
nombramiento como director del CNI, su paso por el servicio de inteligencia y
su dimisión final. Se deduce que el autor quiere dejar escrita su visión de
algunos acontecimientos de su paso por el CNI y, en particular, de los
atentados del 11 de marzo de 2004 y sus consecuencias políticas. Es interesante
lo que escribe sobre aquellos hechos.
El libro incluye referencias de su paso
como embajador ante la Santa Sede. Personalmente me resulta de interés la
narración de la experiencia en la Santa Sede, incluyendo el escaso tacto de
Rodríguez Zapatero y el buen papel realizado por la vicepresidenta María Teresa
Fernández de la Vega al asumir la coordinación de las relaciones con la Santa
Sede.
En el capítulo final narra de forma
interesante su paso por la embajada de España en Washington y hace un recorrido
por diversos acontecimientos de interés político: la convención demócrata, la
presentación de las cartas credenciales, la elección de Obama, sus fracasos en
política exterior y el deterioro de su imagen y, lógicamente, describe también
los problemas existentes en las relaciones bilaterales que tenían que
recomponerse tras el profundo desencuentro de Rodríguez Zapatero con el
presidente Bush, con la abrupta retirada de las tropas de Iraq.
El autor señala la importancia que
significó la entrada de España en el G-20, el éxito de la visita del presidente
Rodríguez Zapatero, las dificultades en la consecución de una entrevista de
Obama con el rey y su consecución, el pleito y la sentencia favorable sobre el
cargamento de oro y plata del barco Nuestra Señora de las Mercedes en contra de
Odyssey Maritime Exploration y, de forma especial, la normalización de
relaciones y sus problemas, siendo el tema de la defensa lo que le interesa más
a Estados Unidos en sus relaciones con España.
Como he leído en un cometario que
suscribo, el libro merece leerse no solo por lo que aporta, sino por lo que
divierte. Merece la pena.